miércoles, 3 de agosto de 2011

Visita Florencia - Pisa. Día 5: Pisa y vuelta


7:30 One more time!

Con lágrimas en los ojos y con la panza llena nos vamos del Angelica, no sin antes darnos la Pascua.

Gema: la bonna Pascua con Angélica y su hijo. Sordala (Angelica's husband y el padre de la criatura, suponemos) se ha escaqueado, para variar,... en el desayuno ya lo habíamos comentado, que tío, ve a Angélica como loca despejando las mesas del desayuno para evitar overbooking (claro que también es culpa suya porque la jodía tiene 4 mesas para 11 habitaciones) y no mueve un dedo!

Pues nada, nos despedimos de Florencia esperando volver y vamos a coger el tren dirección Pisa. Una hora de trayecto a través de la Toscana y ya estamos en nuestro destino. Ahora lo suyo sería ir al hotel a dejar las maletas, si supiéramos dónde está, claro. Álvaro era el encargado de localizar los hoteles, pero miró el de Florencia y chim pum, para qué más?. Nos acercamos a un kiosco de prensa que especificaba claramente "No free maps", pero no decía nada sobre consultarlos "in situ". Los mapas eran bastante mierder y no venían las calles, así que, vamos fuera y que sea lo que Dios quiera. Menos mal que de camino vi una indicación con la calle del Hotel porque Álvaro ya estab dispuesto a tirar calle arriba y cruzar el Arno y lo que hiciese falta.

Llegamos al Hotel la Pace, * * *, (site). Tiene más pinta de hotel que nuestro Angelica querido, pero es bastante antico, nos recuerda al hotel de Tenerife y, algo preocupante, al de Londres (David, no te lo perdonaremos nunca). Esperamos un ratito hasta que limpien la habitación y al subir nos esperan nuestras colchas rosas (estoy en todo) y un huevo de Pasuca!! qué detallazo, qué ilusión, qué fácil es hacernos felices,... la habitación efectivamente, parecida a la del Royal National (eso si, con persiana, lo nunca visto!).

Con nuestro free Map agenciado en el hotel nos vamos a conocer la ciudad. Está todo cerrado, es domingo y encima de resurrección!

Los fines de semana Gallardini se viene a Pisa a echar horas, porque tiene todito levantado en busca del tesoro que no ha encontrado en Madrid. es curioso Pisa lo poquito que tiene y lo aprovechado que está, con su calle Preciadi y todo, pero como ya he dicho hoy todo cerradito.

vamos andando dirección al complejo torre - catedral - baptisterio. Nos damos cuenta, no sabemos si por el día gris que hace (sin frío pero nublado) o porque está todo cerrado, o porque parece que hay más inmigración que en Florencia, pero no es igual que Florencia. Vemos que a los Pisanos les gusta mucho los grafittis reivindicativos, y hacemos un reportaje fotográfico sobre ellos.

Gema iba cascando cuando se topó con la torre y la impactó, la verdad que el conjunto impresiona por lo inesperado, en medio de una explanada y parece puesto allí como sin querer, como diciendo "en algún lado hay que poner todo esto". Nos recreamos visualmente en todo, aunque la gente sólo mira la torre, y la catedral, y el baptisterio sobre todo, es impresionante.

Vagamos por las calles (y compramos un imán) hasta que vamos a caer en "I Santi", donde en la terraza, con un poco de fresco, comemos una pizza, pasta y queso de búfala que madre mía, para llegar al orgasmo!

Seguimos vagando hasta un café (qué rico) y de ahí damos más vueltas lo poco que se puede ver un domingo con todo cerrado, en Pascua, y en Pisa. Aprovechamos el Arno para grabar un video de como si me tirara al río, que hace asustarse a unos guiris y a Gema flojearle las fuerzas. También pasamos un buen rato imaginando la charla que la señora del estanco le habría echado por la "venta" del Perseo.

Esta vuelta nos sirve para hacer la digestión nos devuelve a la torre de pisa donde disfrutamos de la fauna, a saber: unos chinacos que se parten la caja al ver cómo nosotros hacíamos poses en la torre, unas pijas quinceañeras, una de ellas con la camisa rota, que intentan ligar con 2 chicos claramente gays, una pareja superguay que hacen contorsiones delante de la torre, 2 empanadillas que no se quitan de enmedio para dejarnos hacer fotos, una colección de braguerío delante nuestra de unas danesas gorditas,...

Nos hacemos unas cuantas fotos en posiciones tontas, y hacemos mil fotos a gente siguiendo con la tradición de sujetar la torre "virtualmente" para que no se caiga. Como ya la humedad del césped se hacía reumática, nos fuimos a hacer lo que mejor se nos da en Italia, mangare!

Aprovecho la cena para contarle a Gema lo que es este mundo y la economía mercantilista europea ha existido siempre, y es lo que mueve el mundo. Y con la panza que pensábamos que estaba llena, nos fuimos al hotel a comernos el huevo de Pascua de chocolate, y antes pasamos por la estación a ver los horarios de los trenes, que no nos satisface y además el "acompañamiento" de la gente variopinta nos acojona y nos hace acordarnos de Marsella, no digo más.

En el hotel, reservamos solemnemente, un shuttle al aeropuerto (3€). Confirmamos en una foto del ascensor que dicho shuttle es una trafic de 7 plazas rotulada, y a dormir. Nos levantamos con todo preparado, ya que sabiendo que tenía que facturar llenamos mi maleta de peso y cosas facturables.

Desayunamos de buffet y nos lleva hasta el shuttle un personaje que ya habíamos visto que podríamos denominar como Ramón y Cajal, porque era igualico, hasta con chaquet. Pensábamos que nos iba a indicar dónde estaba el shuttle y nos abre un Hyundai Matiz comido de mierda por fuera y por dentro, con partes de algo que parecía un coche debajo de 1 dedo de mierda. Gema y yo entramos aguantándonos la risa y la cara de asombro, menos mal que hay poco más de 1.5 km al aeropuerto Leonaro de Pisa. Comentamos la jugada antes de facturar, la verdad que ha sido una situación almodovariana.

Y ya, subimos, volamos y en la capi de nuevo, pero volveremos a la Italia, seguro!