domingo, 29 de agosto de 2010

Travel to London; Day one


Bueno aquí estamos de viaje otra vez, después del interludio de Belgica (sin blog, en paz descanse).

El taxi García-Mendoza ha llegado 20 minutos antes de lo previsto y el viaje hasta el aeropuerto ha llegado a ser incluso aceptable a nivel de nervios.

Hemos comido un bocata de tortilla de patata de la Pepi, y comiendo Gema ha concluído que existen clases de famosos: los famosos del montón como el del bar de Dr. Mateo (estaba comiendo a nuestro lado y ahí ha empezado la conversación, es el Midjatovich de este viaje), famoso que no molaría ser como Norma Duval y famosos que molaría ser, como Alejandro Sanz ó la reina ¿?¿?.

Esperando a subir hemos visto: a un Schumaker en un Segway, la doble de las escenas de riesgo de Betty la fea con su novio (el hijo-clon de Alfredo Landa), a una pija comiendo un bocata de jamón (a partir de ahora La Jamonetti), la cerdita Peggy cuarentona de Shouthampton, al lado estaba un Spainfriki diciendo que se ha pasado toda la noche acumulando grasa comiendo salchichón (tiembla Peggy!), una cuadrilla de monjas Recoletas con las maletas llenas de fetos...

No hemos llegado aún a Londres pero pensamos que se parecerá a Benidorm, habrá mucho guiri.

Llegamos a Londres después de un viaje semiinfernal por las niñas (y la madre que las parió) del asiento de atrás, cogimos el tren (Gatwick Express, la mejor opción sin ninguna duda en relación calidad/precio) hasta Victoria Station y de ahí un taxi.

Gema se esperaría que la iba a recoger el Fari en un Seat Ronda, y cuando vió que todos los taxis eran los típicos taxis de London de toda la vida se quedó maravillada. Para el que no lo sepa, o para el que no se acuerde como me pasaba a mí, estos taxis no tiene maletero, las maletas las llevas tú contigo atrás, para que no te aburras durante el viaje y estés todo el rato evitando que se caigan. Es el método londinense que tienen de que no uses el taxi para ver la ciudad, para eso existen los autobuses de dos pisos y descapotables (esto último algo utilísimo en Londres) como en todas las grandes ciudades, es más bonito estar pendiente de los bandazos de la maleta, donde va a parar.

Llegamos al Hotel (colmena) Royal National Hotel (Bedford way, London WC1H 0DG www.imperialhotels.co.uk) a dejar la maleta. En la habitación olía a vieja victoriana recién muerta tomando el té, y no sabemos si es el olor del ambientador o realmente hay una vieja muerta bajo la cama, pero por si aca no miramos. En el hotel hay 1300 habitaciones y no, no es una exageración (David te vamos a matar a la vuelta). Con el tiempo nos enteramos que el hotel fue un antiguo hospital, cosa que explica el número de habitaciones tan desorbitado y la posibilidad de que la vieja sea una antigua enferma a la que se olvidaron terminar de amortajar.

Salimos del hotel y bajamos (y entramos un minuto) por el British que aún andaba abierto y vimos la cúpula new, de ahí al Soho y cenamos en un libanés chulísimo un menú degustación para dos bastante saciable (Kaslik, 58 Greek Street London W1D 3DY www.kasliksoho.com). Después de ver a conejitas gordotas de fin de año (da igual el peso que tengan, entran todas en la misma talla de vestido) fuimos hacia Chinatown y Picadilly viendo dragqueenes y sexshopers, entramos en la tienda de deportes Lillywaiths viendo ofertones, como los de aquí vamos.

Picadilly muy bonito, pero no ha cambiado nada en todo este tiempo, juraría que están hasta los mismos neones (Carlitos seguro que no, pero me parecen los de siempre). Subimos por Regent St. hasta Oxford Circus, viendo que la zona está llena de pubs superchulos y muy elegantes, y prometiéndonos que habrá que abrir uno de ese tipo en Madrid porque no hay nada parecido, y eso que estamos hartos de verlos en las pelis y en las series!

La calle es la típica que hay en Madrid, dentro de cualquier centro comercial: Zara, Mango, The Body Shop, Benetton,... pero aquí, a primera hora de la tarde (las 19:00 o así) sin nadie por la calle, todos en las puertas de los pubs para cenar y darle al bebercio, y prácticamente todas las tiendas cerradas joer, lo de Madrid es consumismo, esto es relacionarse en los bares,.... está el mundo al revés??? que hemos hecho mal!

Y desde ahí tooodo recto hasta el hotel del olor victoriano, con ganas de meternos debajo de las sábanas porque aunque no lo parezca, es agosto pero hace fresquete, cosa que ha venido genial para una visita turística. Ahora a dormir, que hay que recuperarse del jetlag!

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